06 de junio
06 de JUNIO 2021 | PostaPorteña Remitido por Nahuel
Vacunas y Divisionismo en la Clase Obrera
Por ASTARITA
“Proletarios
del mundo, uníos”. Es el principio de El Manifiesto
Comunista, y es “el” principio de los socialistas: luchar
por la unidad de la clase obrera frente al capital y su Estado.
Rechazar lo que genere cizaña y división entre los
explotados –sea por diferencias étnicas, de nacionalidad,
de sexo o inclinación sexual, de religión, o de cualquier
otro tipo. Fomentar la solidaridad y la unidad por la defensa en
común de los intereses de la clase obrera, tanto a nivel
nacional como internacional.
Rolando Astarita 3 junio 2021
En
oposición, los capitalistas, los representantes políticos
de la burguesía y de la pequeña burguesía, y la
burocracia sindical socavan y debilitan todo lo que pueden la
solidaridad y unión de los explotados.
Para eso fomentan
y exacerban el nacionalismo –“nuestra patria ante
todo”-; la xenofobia –por caso, “no hay trabajo por
culpa de los inmigrantes”-; las diferencias por situación
de clase del conjunto –los sindicatos no se ocupan ni preocupan
por los desocupados-; o las diferencias derivadas de la
situación al interior de los que tienen empleo –los
sindicatos no se ocupan ni preocupan por los que tienen trabajos
informales.
Con el plus discursivo tipo “los desocupados planeros son vagos que viven a expensas de los que trabajan”
Todo esto es
habitual y sistemático, con sus lógicos flujos y
reflujos, según las circunstancias y entornos sociales y
políticos. Pero ahora debemos sumar otro factor de
división: la pelea, orientada y fomentada por las burocracias,
para que “sus” gremios tengan prioridad en la
vacunación por sobre los otros.
Estamos ante la negación más rotunda de cualquier criterio de solidaridad de clase.
Dirigentes
gremiales-empresarios, incluso algunos que han recibido las vacunas
VIP, ahora están empeñados en este novedosa y repugnante
política divisionista. En lugar de proponer algún
criterio igualitario y común para la vacunación, esto es,
con un sentido de solidaridad de clase, hacen lo opuesto.
Para
peor, en momentos en que las masas trabajadoras están sufriendo
a pleno el “ajuste” (caída del salario real, aumento
pavoroso de la desocupación) y la unidad y solidaridad obrera
son más urgentes y necesarias que nunca.
Soy consciente de
que con esta denuncia estoy nadando contra la corriente (¿no
llama la atención el silencio que mantienen organizaciones y
militancia de izquierda sobre el asunto?) pero, recuerdo una vez
más, que se trata de “el” principio de los
principios: luchar contra todo lo que alimente división,
desmoralización, recelo en las masas explotadas.
No puede haber política socialista y revolucionaria que pase por alto esta exigencia.